viernes, 19 de noviembre de 2010

El Terror


Toda mi vida le tuve miedo a las películas de terror, a las series de terror, a las historias de terror. Sabía que no eran reales, pero tan solo el hecho de escuchar la palabra terror me detenía. Buscaba una razón para escapar [ hambre, sueño, o el famosísimo "me llama mi mami, ya es tarde"].Ahora nadie me creería que mi mami me llama o que me dio hambre, pero ya no le temo al terror, escucho, veo y leo cosas de terror. Me ponen la piel de pollo, Sí, pero ahora puedo vivir con el terror. Ahora conozco el verdadero terror y no le tengo MIEDO.

El terror no es necesariamente una película de sangre, muertos que reviven y cosas así. El terror muchas veces esta cerca a nosotros pero no nos damos cuenta. El terror tiene la gran virtud de manifestarse en silencio, lentamente, secretamente; a través de la manipulación.
Al manipularte te obligan a hacer algo inconscientemente, te obligan a tener miedo. Miedo a crecer, miedo a perder, miedo a enamorarte, miedo a soñar, miedo a ser libre. Este miedo crece con nosotros, forma parte de nosotros. Sin quererlo vivimos con miedo. Detrás del terror hay intereses, mentiras; como toda buena película que todos correríamos a ver al cine. Así es el terror, el terror a veces nos hace elegir lo peor, por miedo. El
terror nos aísla, nos hace actuar por impulso, no nos deja ser nosotros mismos.
Nos enseñaron a tener miedo a la oscuridad, a las alturas, a los insectos, a los ladrones. Este miedo se fue confundiendo a lo largo de nuestra vida y se convirtió en miedo a lo que nos hace daño. Nos resistimos a ponerle el pecho a las balas, a enfrentar los problemas y hallar la solución. Tenemos miedo a salir lastimados. Es tan grande el grado de manipulación que nos cuesta darnos cuenta. Pero llega el momento en el que nos atrevemos y vencemos el terror.  El momento en el que realmente vencemos al terror, no es cuando logramos ver una peli completa o cuando escuchamos una historia sin temblar. El terror se acaba cuando terminamos con el miedo, cuando logramos sacar esa voz de nuestra cabeza que nos repite una y otra vez “TENGO MIEDO”. Y nos atrevemos a elegir, a decidir, a vivir…SIN MIEDO. Sin miedo a lo que nos pueda pasar, sin miedo a elegir mal. Ahí, recién aprendemos a vivir. A disfrutar de vivir.

Gracias por leer, un beso.

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